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En cierto modo, el cálculo del tiempo de trabajo (Arbeitszeitrechnung) está relacionada con los bancos de tiempo o las bolsas de trueque: existen grandes diferencias, pero también algunas similitudes.
Una de las características comunes es que los participantes ofrecen y utilizan servicios, mientras el «valor» de los mismos corresponde a las horas trabajadas. Por una hora trabajada, se recibe una hora en la cuenta de tiempo de trabajo. Así, una definición de los bancos de tiempo es: «Un Banco de Tiempo es una herramienta con la cual un grupo de personas puede crear una alternativa económica social. En un Banco de Tiempo se intercambian habilidades entre los miembros sin utilizar dinero, únicamente se contabilizan las horas de servicio prestado y recibido». (https://www.bdtonline.org/)
Las diferencias con el cálculo del tiempo de trabajo son:
- Los bancos de tiempo no suelen ofrecer productos, sino sólo servicios (por ejemplo, clases particulares, masajes, clases de música, trabajos manuales, etc.). En otras palabras, sólo se cobra el trabajo vivo, los costes de los medios de producción no pueden incluirse como horas.
- Apenas participan empresas. Los participantes son principalmente personas individuales. Los bancos de tiempo suelen ser un instrumento de ayuda vecinal.
- No es una economía planificada: no se presentan planes a los bancos de tiempo.
En consequencia, los bancos de tiempo son menos complejos que el cálculo del tiempo de trabajo, de hecho se puede explicar el concepto en dos minutos. Sin embargo, también son más limitados: probablemente no se pueda construir toda una economía con bancos de tiempo.
Uno de los epicentros de los bancos de tiempo es Barcelona, o Cataluña, donde los bancos de tiempo existen desde hace más de 20 años. Algunos de los 60 o 70 bancos de tiempo de Cataluña son más activos que otros. Algunos tienen sólo un puñado de miembros, otros, como el banco de tiempo de San Cugat (http://www.bancdeltemps.santcugatentitats.net/), tienen alrededor de 1000. Las modalidades también pueden variar mucho según el lugar, ya que no existe una relación jerárquica entre los distintos bancos. ¿Cómo funciona el registro? ¿Cuánto puede sobregirar la cuenta de tiempo positiva o negativamente? Estas y otras cuestiones se deciden a nivel local.
Aunque los primeros bancos de tiempo en Cataluña surgieron probablemente en torno a 1999, la idea se remonta al menos a los años ochenta. Una importante fuente de ideas fue el recientemente fallecido profesor estadounidense Edgar Cahn (https://en.wikipedia.org/wiki/Edgar_S._Cahn) con la popularización del concepto de «dólares del tiempo» (time dollars) y la fundación de «TimeBanks USA» en 1995. Otros impulsos vinieron de Japón o Italia. Los bancos experimentaron un repunte temporal en el transcurso de la crisis española de 2008/2009 y las protestas de 2011 («movimiento 15M»). Corona supone un retroceso para muchos bancos de tiempo.
No muy lejos de la Sagrada Familia, en Barcelona, hay un centro de barrio gestionado por voluntarios. Montserrat trabaja allí un lunes por la tarde junto con otras dos mujeres, repartiendo ropa a los vecinos, clasificando juguetes, recogiendo un cochecito usado. Ellas trabajan sin sueldo, es decir, completamente voluntario o a cambio de horas de trabajo.
Cuando Montserrat se entera de que estamos interesados en los bancos de tiempo, nos pide que tomemos asiento a pesar de todo el ajetreo. Mientras atiende a alguna gente del barrio en el medio, nos explica cómo funcionaba el sistema de fichas de trabajo de hace unos años: de un armario saca viejas fichas para arrancar, que confirmaban la recepción o la transferencia de horas.
Desde 2018, en cambio, la mayoría de los bancos de tiempo trabajan con una app de código abierto llamada «TimeOverflow» (https://www.timeoverflow.org/), cuya programación fue financiada por la ciudad de Barcelona, entre otros. La transferencia de horas y mucho más ahora funciona en línea. En su ordenador, Montserrat nos muestra cómo ver los compañeros, las ofertas y las solicitudes existentes. Todos los usuarios registrados pueden ver la cuenta de tiempo de todos los demás miembros del banco de tiempo local, así como sus datos de contacto y los movimientos de la cuenta. En consecuencia, al registrarse debe firmarse una declaración de privacidad. Los administradores locales pueden ver varias estadísticas sobre el banco de tiempo.
A pesar de la página web, llama la atención que todo en los bancos de tiempo esté pensado para el contacto personal y la ayuda concreta en el barrio. Por ejemplo, en todos los bancos de tiempo, los compañeros interesados deben tener primero una entrevista personal y registrarse en persona. Según Maria Nikolopoulou, presidenta de la Asociación para el Desarrollo de los Bancos de Tiempo (ADBdT), activista de los bancos de tiempo y miembro del equipo de gestión del banco de tiempo de Sants y de Badalona, esta es la intención: Por un lado, se puede explicar mejor el sistema en esta conversación y motivar a los participantes para que participen activamente y aporten sus habilidades; por otro lado, se puede crear confianza de forma que los nuevos participantes no quieran abusar de la red.
«Los bancos de tiempo son esencialmente una red para la gente del barrio», nos dice Nikolopoulou. A menudo, dice, se trata de poner en contacto a personas cuyas competencias ya no son demandadas en el mercado laboral . «La finalidad de los bancos de tiempo no puede ser la de sustituir el trabajo remunerado con alta a la seguridad social». Justamente por eso, normalmente las empresas u organizaciones no se afilian.
Pero, ¿cómo se pueden ofrecer servicios que también cuestan euros de producir? Cada proveedor lo afronta de forma diferente, dice María. Algunos simplemente no cobran los costes del euro. Otros piden que se paguen los costes del euro por separado: Cuando María reserva un viaje en taxi en la economía del tiempo, paga al taxista el tiempo de viaje en horas, por un lado, y la gasolina en euros, por otro. Otros piden que uno mismo proporcione los «medios de producción»: En una clase de cocina, por ejemplo, los participantes pueden traer la comida ellos mismos y sólo pagan por el tiempo.
Gracias a Montserrat, María y otras personas de Barcelona, pudimos tener una primera visión del sistema de bancos de tiempo. Las diferencias con el banco de tiempo son evidentes, pero las décadas de experiencia con una economía del tiempo, así como la ayuda concreta del vecindario, son, sin embargo, de gran valor.
Enlaces:
- Wikipedia sobre las monedas basadas en el tiempo (incluidos los bancos de tiempo), en inglés: https://en.wikipedia.org/wiki/Time-based_currency
- Blog sobre Bancos de Tiempo en España, en español: https://www.bdtonline.org/
- Wiki sobre bancos de tiempo, en español: https://www.bdtonline.org/wiki
- La applicación TimeOverflow, en inglés: https://www.timeoverflow.org/
- Código fuente de TimeOverflow, en inglés: https://github.com/coopdevs/timeoverflow